CROSSOVER DE CULTO

Alvin-Earthworm resucita la webserie de animación Super Mario Bros. Z

Diez años después de lanzar el primer episodio, la serie vuelve a empezar y aprovecha las nuevas tecnología.

Por Benjamín Rosa Fernández 8 de Enero 2016 | 19:41

Hace algo más de diez años años, el portal de vídeos Newgrounds era el equivalente a Youtube de la época, cuando las conexiones por internet provocaban que el formato de vídeo más popular fuesen el flash por la menor velocidad de conexión de la época. Allí los creadores de contenido original gozaban de una gran popularidad y una de sus señas de identidad eran los crossovers parodia con sprites, género del cual Super Mario Bros. Z destacó y se convirtió en todo un icono del portal.

Una serie de culto que renace

En abril de 2006, salió el primer episodio de una serie llamada Super Mario Bros. Z que mezclaba los mundos de 'Super Mario Bros.' y 'Sonic the Hedgehog, con un estilo de combates que bebe mucho de 'Dragon Ball'. El creador único Alvin-Earthworm dejó la serie tras dos años porque no le gustaba el rumbo que estaba tomando y dejó la serie sin terminar a pesar de haber empezado a animar el noveno episodio, pero perdió el interés en continuar la serie y no ha dejado que nadie la continuase de forma oficial al temer que pudieran estropear su obra.

El pasado mes de agosto, anunció que iba a retomar la serie de forma radical: empezaría de nuevo el primer episodio con nuevo material y aprovechará las nuevas tecnologías para hacer los capítulos tal y como los tenía en la cabeza hace diez años. Hoy ha salido a la luz el primer episodio completo de este reboot de Super Mario Bros. Z, y Alvin-Earthworm promete continuar, con la ayuda de un Patreon que a la hora de escribir estas líneas, recibe 4.783 dólares por episodio por parte de 477 mecenas. Muchos usuarios que superan la veintena de años podrán recordar su trabajo, pero un problema que se puede encontrar es que lo tiene difícil para crecer en una época en la que Youtube y su algoritmo de recomendaciones no benefician a los animadores que pueden tardar meses en sacar un episodio de animación mientras luchan con cientos de miles de creadores de contenido que pueden subir diez minutos de vídeo diarios fácilmente, y desde la salida del primer episodio hay toda una nueva generación de usuarios.