ATERRADOR

Primeras impresiones de 'Outlast 2': aún queda esperanza para el terror

El juego de terror más esperado de los últimos años reaparece por sorpresa en forma de demo que ya hemos jugado.

Por Pedro Herrero 5 de Octubre 2016 | 13:02

Confieso de haber sido incapaz en su momento de terminar 'Outlast', ya que me resultó un juego demasiado agobiante. Simplemente, no quería salir de mi escondite para tener que buscar baterías porque sin ellas, el avance era imposible, pero al fin y al cabo, supongo que ese es el mejor piropo que se puede decir de un videojuego de terror: si quieres o necesitas dejar de jugarlo, es que está cumpliendo con su propósito. El único juego o "experiencia" que me ha provocado lo mismo en los últimos años es 'P.T.', palabras mayores.

Desde el lanzamiento de 'Amnesia: The Dark Descent', el género del terror se vio impulsado por los desarrolladores independientes, gracias a otros títulos similares y por qué no decirlo, triples A como 'Alien Isolation'. La caida en desgracia de las grandes franquicias como 'Silent Hill' o 'Alone in the Dark' y el -casi- definitivo giro de 'Resident Evil' a la acción, nos hacía creer que no volveríamos a pasarlo "mal" a los mandos, pero solo unos pocos resistían. Esperábamos que 'Silent Hills' fuera el empujón definitivo, pero pasó lo que pasó... ¿Estaba el terror abocado al olvido? Red Barrels están empeñados en que no, y con solo un cuarto de hora de demo, parecen ser el nuevo referente.

Normalmente este tipo de juegos independiente tiene bastante de terror, pero poco de supervivencia, que viene en forma de gestión de recursos. En 'Outlast 2' nuestro mayor aliado, y enemigo al mismo tiempo, es la cámara de vídeo, gracias a la cual poder ver en la oscuridad con su visión nocturna. Hablo también de nuestro peor enemigo porque... ¿realmente queremos ver lo que tenemos delante? La necesidad de buscar baterías para ella vuelve a estar presente, haciendo énfasis en la exploración y obligándonos a no limitarnos a avanzar y escondernos.

El protagonista de 'Outlast 2' es Blake Langermann, de nuevo un periodista que se adentra en la Arizona profunda junto a su mujer Lynn para investigar el asesinato de una mujer embarazada y que parece implicar a una secta conocida como el Testamento del Nuevo Ezequiel. Esto conlleva el traslado de un escenario limitado y tal vez más claustrofóbico como el de la primera entrega a uno que permite una combinación de ambos. En la demo es posible encontrarse tanto en el interior de una escuela como en un cultivo de maíz, donde transcurre el momento más tenso y que vuelve a la tradicional mecánica de esconderse de los enemigos. Una vez más, no hay absolutamente ninguna posibilidad de defenderse, y las probabilidades de salir vivo de un encuentro son prácticamente nulas.

Estos pocos minutos de 'Outlast 2' realmente no sorprenden, y Red Barrels hace uso de los clichés del género y sustos fáciles que a pesar de todo, siguen funcionando a estas alturas. Lo que sí parece que irá un poco más allá es el nivel de gore y escenas especialmente fuertes, y un pozo con cuerpos de bebés mutilados formando una cruz bien lo puede atesiguar. Hace falta un juego que no tenga el más mínimo reparo en mostrar lo que solo el cine de terror más marginal y mentes enfermizas como la de Eli Roth son capaces, y podríamos estar ante él.

Y obviamente, uno de los aspectos clave para crear una atmósfera aterradora es el uso del sonido, absolutamente genial en lo que hemos jugado. Risas, llantos desesperados, el chirriar de las puertas... cualquier pequeño detalle sonoro es capaz de otorgar tensión al momento más aparentemente tranquilo que podamos estar viviendo, de los cuales no parece haber muchos. 'Outlast 2' no deja casi ni un minuto de tranquilidad para recuperar el aliento, aunque sea a base casi siempre de escenas escriptadas de las que sabemos que apenas tendrán consecuencias en el desarrollo de la historia.

Los canadienses de Red Barrels están dispuestos a convertirse en los jefes del terror en el medio, y 'Outlast 2' aspira a convertirse en el mejor y más aterrador juego de 2017 en el género. Perfectamente podrían conseguirlo, siempre que logren solucionar algunos problemas del original, como la repetitividad a largo plazo de algunas mecánicas que finalmente le pesaban demasiado.