REVIEW

Análisis 'Crash Bandicoot N. Sane Trilogy' para PS4, vuelve a lo grande

La trilogía original de la saga 'Crash Bandicoot' vuelve con un lavado de cara completo al catálogo de PS4.

Por Xose Llosa 14 de Julio 2017 | 19:42

Andy Gavin y Jason Rubin fundaban en 1984 Naughty Dog. Tras varios desarrollos en ordenador, su primer juego importante es 'Way of Warrior' para 3DO, donde claramente se mostraba el interés de Naughty Dog por explotar los límites tecnológicos de cada era. Mark Cerny quedó asombrado con Way of Warrior, y decide apostar por Naughty Dog y 'Crash'. De esta forma, en 1996, acudimos al primer éxito real de Naughty Dog con 'Crash Bandicoot' para PlayStation. Sin ser un desarrollo de Sony, en los orígenes de 'Crash Bandicoot' se encuentran ya algunas piezas históricas de PlayStation, que todavía hoy son de máxima relevancia, como el propio Mark Cerny, con el que Sony tiene varias deudas históricas, o Naughty Dog, hoy el estudio interno más relevante de la compañía.

'Super Mario 64' había llegado a Nintendo 64 apenas unos meses antes del lanzamiento de 'Crash Bandicoot'. El juego de Miyamoto avanzó varios pasos más allá del mero intento de adaptar la franquicia del fontanero a las tres dimensiones, sentando las pautas sobre las que se harían (y siguen haciendo) videojuegos de entorno tridimensional. 'Crash Bandicoot', sin embargo, llega a las tiendas con una propuesta muy diferente a Super Mario 64. En el caso de 'Crash Bandicoot', también un plataformas poligonal, lejos de ofrecer un entorno abierto para explorar, tomaba los elementos clásicos del plataformas de progreso lateral y los trasladaba de la manera más directa posible a las 3D. Así, con un diseño brillante, lo que Naughty Dog se propuso fue jugar con diferentes perspectivas para el jugador, situando la cámara en diferentes ángulos, y desarrollando profundidad para el diseño típico de juegos de plataformas 2D. De esta forma, 'Super Mario 64' representa el primer paso decidido en una nueva forma de hacer videojuegos completamente diferente a la previa, mientras que 'Crash Bandicoot' representaba una manera genial de llevar las ideas de diseño clásicas hasta nuevos horizontes. Dos propuestas muy diferentes entre sí, muy relevantes, y con sólo meses de diferencia.

En 'Crash Bandicoot' se tomaban al pie de la letra las reglas de los clásicos plataformas, donde primaba la habilidad y los desafíos, para superar fases de recorrido delimitado. Esta fórmula es la que mantiene Naughty Dog durante la trilogía de plataformas original, sin llegar a diseñar mundos abiertos hasta la llegada de 'Jak' en tiempos de PlayStation 2. Los 'Crash' originales destacan por la pericia tecnológica que suponían, para un momento en el que la jugabilidad de muchos de los lanzamientos era tosca y desordenada. En un momento de completo y prematuro aprendizaje para los creadores de videojuegos, Naughty Dog supo descubrirse como uno de los referentes para mostrar que todo género tenía cabida en tres dimensiones, pudiendo ofrecer desafíos al nivel de cualquier juego en scroll.

¿Tiene sentido hoy?

Sin embargo, si bien 'Crash' es un título todavía hoy brillante, probablemente no fue tan innovador como para convertirse en absoluto referente. A fin de cuentas, se me ocurren muy pocos juegos de plataformas de su momento parecidos a 'Crash', y una lista de juegos que buscaban la fórmula de 'Super Mario 64' prácticamente infinita. Posiblemente, la segunda razón por la que 'Crash Bandicoot' fue un juego tan relevante en su momento, y tan relevante de manera histórica, justamente se halla en lo que ya apuntaba: el momento. Llegar a las tiendas un par de meses después que 'Super Mario 64' le convirtió en la principal alternativa para el fontanero, lo que se impuso como una pieza fundamental en el catálogo de la gris de Sony.

Recordemos que corrían los sombríos años 90'. Los tres cuartos de cuero estaban a punto de ponerse de moda con Wesley Snipes en 'Blade', y el 'Matrix' de las Wachowski. El macarreo del Bandicoot, con su cresta y luego su chupilla de cuero para cabalgar la chopper de 'Carsh 3: Warped', es un producto inequívoco de su tiempo. 'Crash' está plagado de referencias a la cultura POP entre los chascarrillos de estereotipos australianos como Cocodrilo Dundee y las referencias obsesivas a 'Indiana Jones'. Este mix de elementos, y la dificultad que Sony parecía tener para encontrar una mascota reconocible y exigida por aquel entonces, hicieron de 'Crash Bandicoot' una pieza fundamental. Sin ser una licencia de PlayStation, 'Crash Bandicoot' se convertía, casi por sorpresa, en la mascota principal de la compañía. Evidentemente, de no haber sido un juego brillante no hubiese gozado de este reconocimiento, otros contemporáneos como 'Gex' o 'Croc' se quedaron en el camino de la miseria sin que nadie les hiciese mucho caso, pero, evidentemente, de no haberse convertido en la mascota extraoficial de la gris de Sony no hubiese sido tan jugado, tan recordado y tan relevante.

La trayectoria de 'Crash Bandicoot' es una de las más interesantes de las dos décadas, una de mis trilogías de referencia, y algo que por suerte no me canso de jugar. Cuando Activision y Vicarious Visions anunciaron el retorno de los tres juegos originales me asaltaron tres emociones contrapuestas. La primera emoción es la satisfacción de volver a jugar a los primeros títulos, evidentemente. La segunda es que, tras Naughty Dog ha habido mucho 'Crash' y en términos generales muy mediocre, por lo que el manto de la desconfianza cubre el anuncio. La tercera, la más importante, el temor de que ya no me resultasen juegos divertidos. Con el lanzamiento de la trilogía Activision obliga a reevaluar un icono de la infancia y, ¿nunca os ha pasado que veis una película nostálgica de vuestra infancia y os parece absolutamente deleznable?

Conclusión

La noticia y la conclusión es que 'Crash Bandicoot' sigue funcionando. Funciona tremendamente bien. Vicarious ha hecho un trabajo fundamentalmente estético -ahora el juego se ve increíblemente bien-, pero el particular sistema de control de 'Crash Bandicoot' se experimenta como indiscutiblemente familiar, desafiante, apurado y satisfactorio. Es la sensación de jugar a los mismos juegos con un lavado de cara radical y absoluto. La posibilidad de jugar a la trilogía en el mismo disco evidencia también el recorrido histórico a la franquicia, ya que el manejo de 'Crash' es más refinado en el segundo y el tercer juego, a lo que lo es en el primero, como sucedía con los originales. Sin embargo, sorprende lo absolutamente variada que era la saga desde el primer capítulo, ya que, si bien recordaba 'Crash Bandicoot: Warped' como un estallido de ideas de todo tipo, el primer capítulo me sorprende por una variedad de situaciones e ideas que ya no recordaba.

'Crash Bandicoot' es un paquete de nostalgia del mejor nivel para el que conoce los originales. Un obligatorio. El hecho de que Vicarious Visions haya sido tajantemente conservadora, manteniendo intacto el núcleo de los primeros juegos, es la mejor noticia posible. Sin embargo, sigue siendo muy divertido, fresco, perfectamente jugable, y, en último término, un desafío apto para nuevos y viejos jugadores. El paquete de la trilogía nos dará muchísimas horas de juego porque, por un lado, son juegos que presentan un reto a tener en cuenta, y que disparan la dificultad si queremos conseguir todos los coleccionables que nos proponen.