OPINIÓN

El legado de nuestras voces debe ser eterno

Lo que todavía se considera como un añadido extra, debería formar parte de la base de una buena localización

Por Juan Pedro Prat 5 de Diciembre 2019 | 09:48

Puede que me lluevan críticas por esto, pero soy una persona bastante contundente a la hora de opinar (con todo lo que esto conlleva) y, la verdad, creo que eso de escuchar una voz en castellano en un videojuego no está todo lo extendido que debería. Entiendo perfectamente las cuestiones económicas que pueden hacer que un estudio decida no invertir en el doblaje de cualquier título, pero sé de buena tinta que has estudios independientes prefieren dedicar una partida a este aspecto y así apostar por una calidad superior al darle voz a sus personajes en nuestro idioma.

Y es que, aunque ahora está más extendido gracias a algunas superproducciones (normalmente exclusivas), eso del doblaje en videojuegos no estaba entre las principales preocupaciones de las desarrolladoras y, si me lo permitís, tampoco de los jugadores, los cuales sí demandamos, por ejemplo, una traducción de nivel para no perdernos en posibles tramas algo más complejas. Y esto es más o menos lo mismo, puesto que y se han dado casos de que un mal doblaje puede llevar al traste la imagen de un triple A.

El marginado que ahora es guay

Esta reflexión ha surgido en mi cabeza tras conocer la triste noticia del fallecimiento de Claudio Rodríguez, un veterano del doblaje audiovisual que, entre sus personajes más famosos, se encontraba Albus Dumbledore, el mago más poderoso que ha conocido el mundo. No le conocía de absolutamente nada, pero al saber que se había apagado su voz, sentí un vacío enorme, puesto que a lo largo de mi vida parte de él sí que me había acompañado. Igual con Constantino Romero (con dos de las figuras paternales más potentes que ha visto el cine) o Adolfo Moreno, a quien siempre identificaré como el pizpireto Ash Ketchum.

Pero esto de alabar a las grandes voces dentro y fuera del videojuego nunca ha sido lo normal. De hecho, el doblaje al castellano siempre ha sido una característica muy denostada (y lo sigue siendo me atrevería a decir) por el público. Cada vez que decía que yo veía las series dobladas me encontraba respuestas del estilo "pero si el doblaje es una mierda" o "en versión original es mucho mejor". Yo no dudo de que esto último sea verdad (que también estará en los gustos de cada uno), pero yo lo veo de una forma completamente diferente.

Al igual que una buena traducción enriquece una obra audiovisual, igual lo hace el doblaje. La voz forma parte de la comunicación y esta, a su vez, del lenguaje. El castellano no deja de ser el segundo idioma más hablado del mundo y es un legado cultural de valor incalculable. El valor de la interpretación está en que lo que está escrito en un guion no significa nada hasta que la persona le insufla vida y esto puede dar lugar a verdaderas maravillas como las que se pueden escuchar en 'El príncipe de Bel-Air', donde, a mi juicio, se hizo un trabajo excepcional.

Sí, la versión original siempre va a estar ahí y puede elegir disfrutar de una obra en su idioma con subtítulos. Pero de lo que se trata es de apreciar un legado cultural que, por desgracia, no dura para siempre, pero que permanecerá en la memoria de muchos de nosotros gracias a que cada vez se apuesta más por darles voces patrias a cada vez más producciones.