Durante el pasado año Seijiro Tomita, un ex-miembro de Sony que abandonó la compañía en 2002 para dedicarse a la investigación y creación de nuevas tecnologías, interpuso una demanda contra Nintendo ya que, a su juicio, la compañía había violado una propiedad intelectual patentada por él en Nintendo 3DS.
Ya ha resolución
Esta patente hace referencia a la posibilidad de disfrutar del efecto 3D sin necesidad de emplear gafas dedicadas para ello, una tecnología presente en la consola portátil de la compañía y que Tomita registró el mismo año en el que se empezaron a conocer los detalles de la consola, tras enseñarle una prueba de esta tecnología a 4 de los implicados en el desarrollo de la misma.
Finalmente la corte de Nueva York ha fallado a favor de Tomita, por lo que Nintendo se ve obligada ahora a pagar un porcentaje fijo por cada consola Nintendo 3DS vendida.
A partir de ahora la compañía deberá abonar al inventor el 1,82% del porcentaje de ganancias de la consola, actualmente valorado en unos 3 dólares, a los que se debe sumar un pago de 241.231 dólares en concepto de daños, que se suman así a la cantidad que ya había recibido el japonés en Agosto de 2013, 15 millones.