LANZADO EL 11 DE FEBRERO

'Final Fantasy VIII' celebra su 18º aniversario este fin de semana

La entrega protagonizada por Squall y Rinoa cumple la mayoría de edad en un momento en el que las miradas se dirigen al futuro de la franquicia.

Por Sergio Mediavilla 12 de Febrero 2017 | 12:01

Un 11 de febrero de hace 18 años, jueves, se lanzaba en Japón la octava entrega de la franquicia Final Fantasy entre la expectativa y la emoción por ver lo que los responsables de la saga habían recreado en esta nueva entrega, lanzada al mercado tras el éxito de la historia de Cloud, Aerith y compañía, que en estos años se ha convertido en todo un hito del sector, por lo que a priori superar el nivel de esta aventura suponía todo un reto para sus responsables, que esta vez nos presentaban un mundo algo más cercano al actual, aunque continuaba mostrando elementos futuristas, como los ya clásicos jardines volantes, que venían a sustituir en parte a las naves ya vistas en anteriores entregas.

La historia de un seed y una bruja

En esta entrega conocemos a Squall, un miembro del Jardín de Balamb, una academia que se encarga a formar a los denominados seeds, miembros de un cuerpo de élite militar que pueden ser contratados para la protección de las personas, principalmente contra las brujas, impidiendo así que vuelva a reinar la tiranía.

Junto a Squall también encontraremos a otros estudiantes como Zell, Selphie o Seyfer, otro alumno del jardín con el que Squall mantiene un grave enfrentamiento durante los primeros compases del título.

A ellos se unen posteriormente otros personajes que han conseguido dejar su impronta en el sector, como Rinoa, la otra gran protagonista de la aventura, Edea, Quistis, Irvine o Cid, uno de los personajes recurrentes en la franquicia, que en esta ocasión desempeña las labores de director del jardín al que pertenece Squall.

Todos ellos se ven envueltos en una aventura en la que deberán parar las intenciones de una nueva bruja, los que les llevará a visitar distintos lugares del mundo y el espacio, e incluso rememorar momentos del pasado, donde conoceremos a Laguna o Kiros, siempre desde un aspecto jugable que marca una diferencia sustancial en lo que hasta entonces habíamos visto en la franquicia.

En esta octava entrega el desarrollo de los personajes se ligaba al uso de las magias y, aunque seguíamos contando con unos combates por turnos, ahora los personajes aumentaban de nivel y las magias se podían ir mejorando a medida que conseguíamos extraerla de enemigos y puntos repartidos por el mapa.

El título rápidamente se convirtió en un éxito, superando los 50 millones de dólares de recaudación en tan sólo unas semanas en Estados Unidos, a los que se sumaría su éxito en Europa, a donde llegó en octubre de 1999, contando en la banda sonora con el compositor habitual de la franquicia por entonces, Nobou Uetmasu, que, junto a la cantante Faye Wong, compuso el tema principal de la entrega, convertido en uno de sus iconos.

A día de hoy son muchos los fans que, aunque el título se encuentra en distribución digital, esperan que Square Enix anuncie un remake de la entrega de forma similar a lo ocurrido con 'Final Fantasy VII'.

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