MARVEL

Muere Joan Lee, la esposa de Stan Lee, a los 93 años

La mujer del escritor le influyó a muchos niveles en sus obras y sin ella el mundo del cómic no sería como lo conocemos.

Por Diego Rivera Conde 7 de Julio 2017 | 17:00

Esta madrugada nos sorprendíamos con la noticia del fallecimiento de Joan Lee, la esposa del escritor de cómics más famoso del mundo, Stan Lee. Una mujer que influyó a muchos niveles a Lee y que sin ella puede que no conociéramos a día de hoy a la editorial Marvel. Y sin la casa de las ideas, las demás editoriales no serían como las conocemos ahora.

La familia Lee ha publicado un comunicado para los medios sobre la muerte de Joan: Podemos confirmar que Joan Lee falleció esta mañana en silencio y rodeada de su familia. Sus allegados piden que por favor les den tiempo para respetar su privacidad durante este momento tan difícil.

Algo que también han hecho desde Marvel: Estamos muy tristes por la pérdida de Joan Lee. Hoy perdimos a un miembro de la familia Marvel y nuestros pensamientos y oraciones están con Stan y su hija Joan en este difícil momento.

Joan se casó con Stan el 5 de diciembre de 1947, hace ya 69 años. Y como he dicho hace un momento, influyó mucho al escritor, fue su musa en muchas ocasiones y le animo o dejar el mundo del cómic cuando las cosas pintaban mal. Ella logro que Stan siguiera creando personajes y no renunciara a su sueño. Gracias a ella nace la inspiración para crear a los 4 fantásticos.

Le animo a diferenciarse

Cuando en DC tenían a superheroes perfectos, que no cometían fallos y que lo tenían todo preparado, como Batman o Superman. Marvel con estos personajes creó personajes falibles, humanos. Sin ir más lejos, los poderes de 'Los 4 fantásticos' salen de un error de Míster Fantástico.

Por el 75 aniversario de Marvel, Stan contó la historia de como conoció a Joan: Cuando yo era joven, había una chica que dibujé, un bonito cuerpo, con su rostro y su cabello. Ella era mi ideal de lo que debía ser una chica, mi mujer perfecta, y cuando salí del Ejército, un primo mío que conocía a una modelo me dijo: "Stan, esta chica muy guapa se llama Betty, creo que te gustaría. Pídele almorzar juntos y bla, bla, bla...

Así que fui a este lugar, Betty no contestó a la puerta, pero Joan sí, y ella era la mujer que tenía en la cabeza. Era la chica que había estado dibujando toda mi vida. Escuche su acento inglés, y eso que no me gustan los acentos ingleses, y me dijo: "¿Puedo ayudarte?" Creo que dije algo muy loco como: "Te amo". No recuerdo exactamente, pero de todos modos, la llevé a almorzar, nunca conocí a Betty, la otra chica.