REIMAGINANDO EL PASADO

Impresiones de 'Final Fantasy VII Remake', un regreso por todo lo alto

El primer capítulo de la reimaginación de una de las obras de culto de Square Enix nos deja asombrados y con ganas de más.

Por Daniel G. Astarloa 15 de Octubre 2019 | 18:15

Desde que fue anunciado 'Final Fantasy VII Remake' sabíamos que teníamos algo especial entre manos. No es ni menos uno de los juegos más solicitados por los fans en la última década desde que se mostró el potencial de una posible reimaginación en aquella demo técnica para PS3. La emoción es palpable, y las esperanzas depositadas en el proyecto quizás demasiado altas. ¿Puede dar la talla?

Ojalá tuviéramos una respuesta segura a día de hoy. Desde luego lo primero que parece que lo pondrá a prueba será su volumen del contenido, ya que el título será distribuido de forma episódica en vez de un título de varios cientos de horas. ¿Pero en lo que se refiere a la jugabilidad? Estamos seguros de que va a arrasar. Lo que hemos jugado nos ha enamorado.

Nuevas perspectivas

El extracto al que hemos tenido acceso nos muestra el campo de juego, varias plantas de la primera instalación de mako que atacábamos al principio del título, y el terrorífico jefe final que custodia su seguridad. El mundo es bastante dinámico y se adapta al combate: no hay transiciones de batalla, sino que luchamos contra los monstruos y guardias de manera directa o huimos de ellos si queremos dedicarnos a una experiencia más rápida. Lo mejor de títulos recientes como 'Final Fantasy XV' se ha aprendido y aplicado en el diseño de niveles.

Pero los combates son otra historia. En vez de tomar un planteamiento de acercarse en cierta manera a las batallas semiautomáticas tenemos que planear cada golpe y estar atentos con un sistema muy parecido a 'Kingdom Hearts', ¡pero con una tuerca de vuelta! El sistema de habilidades toma la idea del juego original de esperar a que se cargue nuestra barra y siempre que queramos usar un hechizo u objeto el mundo se ralentizará a nuestros deseos, permitiéndonos descansar un poco si las cosas se intensifican demasiado.

No son para nada batallas donde podamos bajar la guardia. El juego es duro, los combates pueden complicarse en un abrir y cerrar de ojos sin que lo esperemos. Además de ello, diferentes situaciones requieren diferentes habilidades: aquí es donde entra el control sobre cualquiera de los personajes de nuestro equipo, entre los cuales podemos cambiar en el aire para transformar nuestro estilo de juego de forma redonda. Barret puede disparar a distancia, puedes apuntar a objetos del entorno si lo deseas, concentrarte en aquello que necesites; Cloud, por otro lado, lucha como un protagonista más al uso en esta clase de títulos. Veremos los demás, ¿pero no sería fantástico imaginar un modo multijugador que nos permita planificar en grupo las estrategias?

Viejas sensaciones

Lo mejor de la aventura sigue ahí, y no hay mejor lugar que demostrarlo que en el combate contra el jefe final, el Guard Scorpion. Los diálogos originales se mantienen aunque puedan cambiar su contexto, como el tutorial de Cloud a Barret acerca de las materias, que ahora se ha convertido en una reprimenda para guiar al jugador a enfrentarse a esta monstruosidad; o el momento en el que la cola del monstruo se levanta, que ahora tenemos que pasar a defendernos buscando cobertura en el propio escenario en vez de quedarnos quietos.

Se puede apreciar un cariño especial con lo que se está haciendo con 'Final Fantasy VII Remake'. Se está midiendo cada detalle, como este respeto hacia la obra que inspiró a tantos jugadores o el hecho de que los combates sean más dinámicos e incluyan conversaciones y diálogos, así como comentarios adicionales como la necesidad de curarse a uno mismo en una mala situación. ¿Se extenderá al resto del juego? De ser así y de añadir suficiente contenido a la ciudad de Midgar podríamos tener el primer candidato a GOTY de 2020. Eso es algo muy emocionante de pensar.