EL PRIMER AMIGO DE SHELDON

Crítica 'Young Sheldon' 1x02: el primer amigo de Sheldon

El pequeño Sheldon tenía los mismos problemas a la hora de socializar que el Sheldon que todos conocemos en 'The Big Bang Theory'.

Por Maribel Baena 19 de Noviembre 2017 | 13:48

Tras largas semanas de espera, por fin hemos podido disfrutar del segundo capítulo de 'Young Sheldon', una serie hecha para los más aficionados a 'The Big Bang Theory'. El protagonista es un joven Sheldon Cooper de tan solo nueve años de edad, que está viviendo sus primeros días en el instituto y, con estos, también llegan sus primeros problemas adolescentes, pese a que él se encuentre en plena niñez.

En este sentido, la serie nos hace plantearnos hasta qué punto es realmente positivo el hecho de que un niño con superdotación sea adelantado de cursos. Y es que si bien su intelecto le permite perfectamente estar en cursos superiores a los que su edad indica, su personalidad aún sigue siendo la de un niño de Primaria. Socializar con personas que le superan tanto en edad se le hace muy complicado porque, obviamente, no tiene los mismos intereses ni las mismas necesidades.

Esto no implica, necesariamente, que la solución no sea no adelantar cursos, porque es cierto que esto le ayuda a desarrollarse intelectualmente antes. Pero sí nos deja ver que hay un problema por parte del centro, que no le ayuda a integrarse de la mejor manera posible. Por suerte, nuestro pequeño Sheldon buscó formas alternativas de socializar; no porque él lo necesitara, sino por hacer feliz a su madre.

Un pequeño genio incapaz de hacer amigos

Sheldon vive con entusiasmo sus primeros días en el instituto, hasta que su hermana le cuenta que su madre está preocupada por sus nulas capacidades a la hora de hacer amigos. En ese momento, él decide que lo mejor que pueda hacer es tratar de hacer amigos para, de esta forma, conseguir que su madre esté mucho más tranquila. Y qué mejor solución que buscar un libro de autoayuda en la biblioteca.

Pero no tarda en darse cuenta de que las claves que da ese libro no son para niños de nueve años, ni siquiera para adolescentes de dieciséis, sino para adultos que tienen graves problemas a la hora de relacionarse con su entorno. Buena prueba de ello es que los únicos que habían consultado ese libro eran profesores... Aunque toda cosa mala tiene algo bueno, y es que, gracias a eso, Sheldon consigue hacerse amigo de un joven que, tras haber llegado de Vietnam, está teniendo grandes problemas a la hora de hacer amigos. ¡Y su madre se pone muy contenta! Con lo cual, el objetivo de Sheldon está conseguido.

Ver un choque cultural tan grande entre su nuevo amigo y toda su familia es bastante sorprendente. Y es que la guerra de Vietnam era relativamente reciente, y los estadounidenses deben hacer frente al daño que hicieron durante esa guerra; el padre de Sheldon, que hasta ese momento ni siquiera se había planteado que los vietnamitas fueran personas, parece recapacitar. Aunque, eso sí, la serie no pierde en ningún momento su punto cómico.

Lo curioso es ver cómo Sheldon, sin darse cuenta, acaba metiéndose en más problemas de los que le gustaría. Porque el hecho de llamar a Canadá para pedir uranio ha hecho que el FBI vaya tras él, pese a tener solo nueve años. Desde luego, estamos ante una serie fresca, divertida, que nos trae reminiscencias de 'The Big Bang Theory' pero con una trama totalmente diferente. ¡Habrá que ver cómo continúa evolucionando!