8 BITS

Análisis de 'Mighty Gunvolt Burst' para Nintendo 3DS

Dos franquicias del mismo creador se unen para crear la versión definitiva de lo que los héroes azules plataformeros 8 bits han querido ser siempre.

Por Daniel G. Astarloa 29 de Julio 2017 | 11:00

No solemos hablar de 'Mighty No. 9'. No por aquí, al menos: el juego ha sido objeto de debate, investigación e incluso reportajes enteros acerca de cómo se llegó a la infame situación en la que se vio atrapado. Años de retraso, un desarrollo estresante y el mal uso del dinero de los contribuyentes llevó a que se convirtiera en uno de los peores resultados de la historia de Kickstarter.

Al otro lado del espectro se ha encontrado siempre 'Azure Striker Gunvolt', un hermano mayor al que el protagonista de esta infame franquicia tenía para admirar. Si 'Mighty No. 9' iba a ser el nuevo 'Mega Man', Gunvolt representaba todo lo que la gente quería y amaba de su sucesor, 'Mega Man X'. Contaba con una historia más interesante, un gameplay evolucionado y una estética más futurista. Así que locura al canto: ¿qué sucedería si fusionáramos las dos franquicias? 'Mighty Gunvolt Burst' vería la luz.

Lo mejor de un sólo mundo

No nos engañemos, este juego no es el resultado de lo mejor de ambas franquicias. 'Mighty Gunvolt Burst' es un 'Mega Man' puro y duro, uno concentrado en traer la experiencia de aquellos fantásticos juegos de NES y rematarla con la opción de jugar con dos personajes diferentes. Puede resultar chocante, pero es lo que muchos esperaban que fuera 'Mighty No. 9' originalmente, y que extrañamente se ha visto realizado al final en este crossover.

La base no podría resultar más básica. Al comenzar partida escogemos entre los dos protagonistas, Beck y Gunvolt, cada uno con sus propias características jugables que pueden hacer cada sesión de juego diferente. Superamos un nivel de tutorial sencillo que nos enseña las mecánicas básicas, que son disparar y correr, y desbloqueamos de forma inmediata ocho fases adicionales que podemos superar a nuestro antojo, y tras ello un número adicional de niveles para rematar la faena con una serie de jefes finales entre medias que explicarán un poco la historia y nos darán mucha guerra.

No es en absoluto nada nuevo, pero tampoco necesita serlo. Lo que quiere el juego es que disfrutemos de lo mejor de aquella época en la que adorábamos a robots azules de combate: es todo lo que deseábamos. Los niveles son muy cortos, pero cada uno de ellos se hace singular por diferentes mecánicas e ideas que los vueven frescos y alejados de la monotonía. De hecho, rejugar e investigar en estos tiene su recompensa, pues podemos encontrar paredes falsas y pasadizos ocultos que nos lleven a premios interesantes para volvernos más poderosos o sencillamente por puro coleccionismo.

Arreglando los errores del pasado

¿Sabéis cuál era uno de los puntos más negativos de 'Mighty No. 9'? Sus jefes finales. Los ocho números que precedían a Beck prometían batallas tan intensas y emocionantes como las de un juego de su época, pero en su lugar cojearon frente a un diseño que no daba la talla. Cuando descubrí que los jefes finales de 'Mighty Gunvolt Burst' volverían a ser estos ocho temí lo peor: y sin embargo, han dado lo mejor de sí.

El diseño de personajes me sigue pareciendo vago y poco interesante en la mayoría de ellos, pero los combates contra los números son intensos y muy dinámicos. No son nada sencillos y pueden reclamar del prueba y error para lograr el éxito, pero ofrecen una experiencia emocionante, con ataques muy característicos y un patrón lo suficientemente justo como para poder esquivar todos los golpes en caso de conocerlo al dedillo.

Eso sí, muchas veces para hacer frente correctamente a estos enemigos deberemos personalizar bien nuestros ataques. El título no nos permite copiar los ataques del enemigo una vez derrotado, sino que nos anima a que escojamos las propiedades de nuestros disparos y movimientos punto por punto. Podemos equiparnos con balas que exploten, atraviesen paredes, tengan un elemento atmosférico y podamos dar triples saltos todo de una vez. Es un sistema muy profundo e interesante que da para muchísima investigación y horas de juego dedicadas sólo a experimentar con este.

Ligeros problemas

Me encanta el sistema de personalización, pero no es uno que pueda considerar por su accesibilidad. Puede ser muy obtuso en ocasiones, dando la mínima información al jugador de cómo manejarlo correctamente y provocando frustración entre la gente que no sepa manejarlo de buenas a primeras. El juego no se molesta en explicar el correcto funcionamiento de este sistema, y la falta de efecto visible en algunas de las opciones puede llevar a pensar que no es tan importante como resulta ser. En el lado opuesto, aquellos que aprendan a manejarlo demasiado bien pueden llegar a romper el título con algunas de sus opciones, siendo sus efectos a veces demasiado poderosos para nuestro propio bien. Pueden convertir un título muy desafiante en un paseo por el parque, con una falta de equilibrio importante entre los dos conceptos.

A esto hay que sumarle el sistema Burst, la mecánica a la que el título debe su nombre y que resulta el aspecto más desaprovechado de todos. Este nos invita a eliminar enemigos para seguir con un combo que aumentará nuestra puntuación final en cada fase, pero con la exigencia de que el enemigo debe ser destruido muy cerca de nosotros. Esto lleva a un sistema de recompensa a cambio de riesgo, una idea atractiva en un principio pero que se ve frustrada por no ofrecer la suficiente compensación frente a los peligros que representa. Algo así a cambio de un contador de tiempo u ofrecernos ataques físicos más potentes hubiese merecido la pena, o incluso la opción de tener marcadores globales para competir con nuestros amigos por obtener una nota superior; no obtenemos nada de ello.

Y no he mencionado aún el peor problema de todos. La versión con la que estamos escribiendo este análisis es la de Nintendo 3DS, y como tal he de destacar con las siguientes cuestiones no afectan a la edición de Nintendo Switch. En ocasiones puede sufrir graves ralentizaciones al cargar la pantalla de demasiados objetos y enemigos, algo que afecta de manera inmediata a la jugabilidad y que puede marcharla por completo. A esto hay que sumar el hecho de que el título no se encuentra optimizado para esta versión de ninguna manera, pues no cuenta ni con efecto 3D ni hace un uso particular de la pantalla inferior.

Hay mucho que hacer

No dejéis que los puntos negativos que he destacado os echen atrás. Este juego guarda ucho dentro de sí, más de lo que nos gustaría admitir en voz alta. Su duración puede ser muy corta, rondando las tres horas de juego, pero su rejugabilidad es asombrosa: no sólo por el querer rejugar niveles para obtenerlo todo, sino por más elementos.

No podemos negar que aquellos a los que les guste coleccionar lo pasarán estupendamente en 'Mighty Gunvolt Burst'. Podemos obtener no sólo diferentes puntos para personalizar nuestros disparos, sino que el título nos anima a buscar y recolectar pegatinas píxel de personajes y objetos de ambas franquicias. Conseguir todo llevará decenas de horas de juego muy entretenidas, las cuales incluso retarán a los jugadores más hábiles a sacarlo todo de sí con retos y logros que animan a la experimentación.

Y la mejor parte no es esta. El juego puede ser jugado con Gunvolt y Beck, ofreciendo cada uno de ellos una experiencia en el apartado jugable lo suficientemente diferente como para justificar el repetir partida. Pero es que además están llegando por formato DLC de forma gratuita más personajes jugables que cambian toda la base y amplian la experiencia con más pegatinas, opciones de disparo y retos mentales. En el momento de publicación de este análisis se encuentra disponible Ekoro, quien dispone de menos salud pero una mecánica para volverse invencible durante unos pocos segundos.

Conclusiones

'Mighty Gunvolt Burst' me ha sorprendido. No es sólo un auténtico 'Mega Man' tiempo después del desastre que supuso su predecesor, sino que sabe aprovechar todos los puntos fuertes que desperdiciaba el mencionado. Se trata de un crossover sonado y su aspecto para jugar con más personajes es el más fuerte, pero podría remarcarse como una nueva franquicia por sí misma que aproveche los juegos de 8 bits un punto más allá. Este es el regreso de alguien a quien echábamos mucho de menos.