CAMELOT SOFTWARE

Análisis 'Mario Tennis: Ultra Smash' Wii U

Dando unos cuantos pasos atrás, 'Mario Tennis: Ultra Smash' nos ha dejado en muchos aspectos helados, pues teniendo unas bases impecables, las desaprovecha absolutamente todas.

Por Sergio Carlos González Sanz 24 de Noviembre 2015 | 19:55

Estamos malacostumbrándonos con Nintendo. Parece que la época donde cada spin off era mejor que el anterior queda cada vez más lejos y estamos introduciéndonos en una tónica donde las obras derivadas son más bien un intento de tapón para los meses en blanco. Eso no es positivo para los usuarios de Nintendo 3DS y Wii U. Con cada nueva plataforma hemos ido teniendo nuestra entrega protocolaria de tenis y golf desde Nintendo 64 a excepción de Wii y Nintendo DS, que por algún motivo decidieron marcar un alto en el camino quizá para tomar algo de aire y volver con más fuerza que antes, pero por desgracia no fue así.

El primer indicio de que las cosas estaban empezando a ir mal con el deporte de la raqueta que tan bien había encordado Camelot Software desde hace quince años fue con 'Mario Tennis Open' allá por 2012, un título que no hacía sino dar pasos hacia atrás casi sin darse cuenta a base de eliminar lo que había hecho grandes a las entregas anterior en terreno portátil. Estamos hablando del primer estudio en atreverse a juntar dos géneros que parecían incompatibles: JRPG y deporte.

Algo falla aquí

El resultado fue tan bueno que a día de hoy siguen siendo perfectamente jugables, pero en la portátil estereoscópica se prefirió centrar todo el protagonismo en los Mii con una carencia evidente de modos de juego. Para compensarlo tuvimos el primer juego con modo online. Y es así como llegamos a 2015, en un cotexto equivocado para este título; no era el rol de 'Mario Tennis Ultra Smash' llegar para suplir el espacio de 'Star Fox Zero' -que debió haberse puesto a la venta el pasado 20 de noviembre-, sino complementar a éste y conseguir unas ventas muy cómodas de cara a final de año.

Total, que nos encontramos en pleno 20 de octubre y todavía no hay un solo tráiler ni información sobre el juego a falta de un mes, así que tocaba ofrecerlo todo de golpe. Y las cosas, hechas deprisa y corriendo, no suelen salir bien. Para empezar, la presentación del título no está a la altura de la saga, donde teníamos cinemáticas con un estilo muy cinematográfico que contaban una pequeña historia, una aventura entre Wario y Waluigi contra Mario y Luigi. Aquí no hay anda de eso. "Pulsa A para comenzar" -se puede leer con el único estadio incluido en el juego de fondo.

A partir de aquí tenemos un menú principal donde no hay ni rastro de los torneos; dicho de otra manera, que vienes aquí a jugar partidos y punto. Tenemos los Megapartidos y el Tenis Convencional así como el Megapeloteo, un minijuego que sirve para rellenar pero que no complementa demasiado.

Ver que el icono de los Megapartidos ocupa casi un cuarto de toda la pantalla nos hace pensar que será lo más espectacular del título, que éste quiere que nos sumerjamos en él por encima del modo convencional, el cual desde ya es el que os recomendamos y es verdaderamente disfrutable y divertido. Personalmente lo he bautizado como el modo "Estilo Nintendo 64". Es bueno que Nintendo se atreva a introducir ítems por doquier en sus títulos, pero el Mega Champiñón no me ha convencido personalmente ni aquí ni en ningún sitio. No he hablado todavía con nadie que no me diga que este ítem -que aparece cuando un Toad lo lanza al medio de la pista- está completamente roto.

Has de asumir que si te conviertes en gigante tienes un 90% de posibilidades de ganar ese punto; el 10% restante es que tu rival consiga también dicho Power Up y esto parezca más bien una batalla de colosos, porque en esos momentos la pista entera será una enorme fortaleza donde habrá intercambio de golpes, saltos y... poco más. No da la sensación de estar jugando al tenis, y mucho menos de estar divirtiéndonos.

El sistema de logros que introduce el juego nos invita a jugar y ganar partidos para conseguir monedas que nos servirán para desbloquear más personajes (un total de 16) o nuevas pistas; pero ojo, lo que cambiará será la superficie, no el estadio, que siempre será el mismo y genérico emplazamiento. Es un juego estático. Con una desilusión que no me cabía en el cuerpo me dispuse a jugar al modo de tenis convencional, y aquí la cosa por suerte cambia.

Esto sí es 'Mario Tennis' y, por algún motivo que se me escapa, es muy adictivo y divertido a pesar de haber dado unos cuantos pasos atrás en prácticamente todo, porque a pesar de ser una maravilla a nivel visual, jugablemente tiene errores muy grandes en las animaciones (los personajes cambian de sitio al golpear la pelota sin la necesidad de mover las piernas, como si el skin avanzase en el sitio), las pelotas suelen tener un punto determinado donde caerán y las pistas se cargan una vez más la experiencia jugable, que podría ser de notable alto de no ser por las indicaciones que aparecen en pista.

Esto es también herencia directa de 'Mario Tennis Open', y en 'Mario Tennis: Ultra Smash' volvemos a tener un icono en la pista que nos dice qué botón debemos pulsar para hacer el golpe más conveniente en ese caso; como si de un golpe de suerte se tratase. Cabe decir que los golpes liftados, cortados, dejadas y globos están perfectamente diferenciados, y ahora que he podido jugar muchas horas puedo decir que es más profundo de lo que parece, prácticamente un calco de lo visto en 3DS años atrás pero con un reescalado a la Alta Definición sobresaliente, pero la sensación de estar ante una demo técnica es constante.

Hace falta una actualización como agua de mayo

Criticamos a 'Splatoon' en su momento por llegar con 5 mapas y apenas un par de modos de juego, así que a 'Mario Tennis: Ultra Smash' le pedimos que haga lo propio, pues la nueva propiedad intelectual de la factoría de Kyoto tiene ahora 12 mapas y centenares de horas de juego por delante.

Con todo, hay que aclarar que la base jugable de este título es impecable, como cualquier juego de Mario que se precie; queda a medio camino con sus episodios anteriores y está limitado en cada esquina, pero a nivel visual es un portento. Es precioso. Los tiempos de carga son prácticamente inexistentes, algo que se puede entender viendo que la descarga en formato digital ocupa menos de 1 GB, pero detalles como la inclusión de una sola pista ensucian el resultado final. Ya no hay siquiera rastro de los Mii, ahora son los amiibo los que asumen ese rol de manera medianamente decente, ya que pueden ser nuestros compañeros en los partidos de dobles si jugamos solos

Mucho menos de lo que podría haber sido

'Mario Tennis: Ultra Smash' se coloca por tanto en una posición que no se merece en el catálogo de Wii U, porque se queda simplemente en un título del montón, que queda de sobras recomendado para los que hayan disfrutado de la saga anteriormente y quieran tener a amigos en cada de vez en cuando. Sin embargo, en caso de que eso suceda, hay obras demasiado buenas en el catálogo de Wii U con las que jugar en modo cooperativo que me parecería extraño que alguien terminase eligiendo en primer lugar al deporte de la raqueta esta edición.

Mi sensación final es de cierta rabia, de por qué no se ha querido ser más ambicioso con un juego que podría haber dado muchísimo de sí y haberse convertido indudablemente en un referente para la franquicia, porque si técnicamente el brillante y la base -con sus mecánicas e idiosincrasia, con gran diferencia entre personajes- está ahí, no entiendo el motivo por el cual los modos de juego brillan por su ausencia, el modo online se conforma con hacer partidos sin más o el modo aventura es cosa del pasado. Esperemos que Camelot, si ha vuelto a cambiar el registro ahora para sumergirse en el nuevo 'Mario Golf', se replantee el reciente trabajo realizado y se den cuenta que los jugadores no queremos esto porque sabemos que es posible hacer mucho más. Cuando sabemos que se puede y no se tiene, por el motivo que sea, la sensación de vacío es mucho mayor.