UN MISTERIO SIN RESOLVER

Análisis de 'Los Ojos de Ara' para Nintendo Switch, enigmas en cada esquina

Analizamos 'Los Ojos de Ara' para Nintendo Switch. Un título repleto de misterios y enigmas que deberemos resolver a medida que avanzamos por sus pasillos.

Por Sandra García 14 de Octubre 2019 | 18:00

El silencio y la paz del mar. El suave movimiento de las olas azotando ligeramente la barca. Unas vistas de ensueño. Paisajes que te susurran historias de muchos viajeros aventureros al pasar. Pero no hablan de una historia de acción, de aventuras por un mundo sobre personajes graciosas a la vez que adorables. No, esta vez es algo distinto, tranquilo y maravilloso. Así empieza 'Los Ojos de Ara', con la intención de enamorar en unas pocas imágenes sin necesidad de nada más. Simple, sencillo y conciso.

Hoy en día podemos encontrar videojuegos sobre cualquier estilo y temática, pero en muchas ocasiones, los juegos de puzles han quedado en el olvido. Sin embargo ahora llega esta nueva entrega para revivir un estilo muy especial. Aunque no es la primera vez que lo vemos, ya que hizo su gran debut hace un par de años en Steam, para seguidamente aparecer en dispositivos móviles. Ahora le toca el turno a una de las plataformas del momento: Nintendo Switch.

Sea como sea, no solo es un juego con miles de puzles esperando ser resueltos, tiene una pequeña historia detrás. Se me hace casi imposible no pensar en 'Another Code' mientras avanzo sala tras sala buscando nuevas pistas en un gran y misterioso castillo. El juego se abre mientras vamos en una pequeña barca y solo podemos admirar el paisaje de nuestro alrededor. Que, además de ser un paseo muy ameno, es precioso gracias a su detallado apartado artístico, lleno de magia.

Un misterio por resolver

Una vez la barca llega a una pequeña embarcación entre las rocas, nos encontramos algunos pequeños enigmas para ir calentando motores. Buscar alguna llave o mecanismo para abrir las primeras puertas hasta llegar al castillo es lo primero. Son muy sencillos y es una idea fantástica para hacer un tutorial sin ese factor pesado y tedioso que encontramos en muchas ocasiones. Aunque de hecho, el juego no lo necesita por que es muy intuitivo.

Pero volvamos a la historia... ¡no querrás llegar tarde para hacer el trabajo que te han encargado! Por el camino encontraremos algunas señales que nos indican que el castillo está encantado y que huyas del lugar ahora que estás a tiempo. Pero no, nos han encargado investigar algo en su interior. Una misteriosa señal que lleva tiempo siendo emitida desde alguna sala de esta gran construcción. La primera sala, de nuevo, será muy sencilla y sin muchos objetos que investigar a la vez, de nuevo seguimos con una especie de tutorial bastante entretenido.

Cuando crucemos esa puerta será cuando empiece la diversión y, porque no, los primeros dolores de cabeza del juego. Y es que a medida que avancemos por las distintas salas, el reto será exponencial. En total tendremos tres capítulos más un epílogo antes de descubrir los misterios del lugar. Los sonidos de puertas abriendo y cerrándose, algunos pasos en determinados momentos o el ruido de los objetos, será lo único que escucharemos. No hay música; no hay nada más. Perfecto para una inmersión completa.

Además de tener un objetivo muy claro marcado desde el principio y los puzles que deberemos superar, tendremos una serie de coleccionables en forma de fotografías, monedas o algún juguete de los niños que allí vivieron. Algunos casi imposibles de encontrar, otros a simple vista. Eso sí, para conocer más sobre la historia será imprescindible encontrar todas las cartas, diarios o dibujos, ya que no hay nadie que nos explique nada acerca de lo que pasó allí.

Complejidad en aumento

A medida que nos adentramos en el interior del castillo y descubrimos nuevas estancias, no sólo avanzamos en el mapa. También los puzles sufren pequeños cambios en su dificultad. Lo que al principio parecía ser un juego con las típicas pistas y rompecabezas por resolver, se convierte en un enigma constante que nos hará volver en repetidas ocasiones al mismo lugar y pensar en cómo usar los nuevos objetos encontrados. Todo un reto para los más experimentados pero un punto desesperante en los últimos misterios, sobretodo si buscas algo sencillo.

Es interesante ver cómo evolucionan los enigmas hasta el punto de encontrar más de un sinsentido de piezas que colocar, elementos que girar y llaves que encontrar. Así que al final puede resultar algo pesado el cómo se amontonan todos los misterios a la vez y debemos recorrer múltiples veces las estancias para completarlo y descubrir otros nuevos. Pese a eso, las habitaciones tienen una ambientación asombrosa y te incita a descubrir más en cada ocasión. A saber que hay detrás de la siguiente puerta.

Sea como sea, la mayoría de los puzles están muy bien construidos y resultan refrescantes respecto a otros juegos. Aunque dentro de él, se repiten con frecuencia pero con la dificultad añadida. No podemos despistarnos o cerrar los ojos ni un minuto. De lo contrario perderemos una pista escondida en una doble pared, una puerta secreta o una moneda en una antigua viga de madera. Las misteriosas luces azules nos acompañaran e incluso harán de pequeña guía para continuar la aventura.

A través de la aventura

Para ir avanzando por los diferentes espacios haremos uso del táctil de la consola; nada de usar botones. La cual cosa puede resultar interesante ya que pocos juegos le dan un uso real al táctil, pero se nota que no se aprovecha del todo. El problema viene cuando queremos jugar en el modo sobremesa y volvemos a los tiempos de Wii, pudiendo jugar solo con un joy-con apuntando la pantalla de forma bastante torpe. Definitivamente, no es un juego que se pueda disfrutar totalmente así.

Por otro lado, aunque tiene muchos puntos a favor, mientras recorremos las historia y vamos descubriendo que pasó hace años en el castillo y que es lo que está pasando ahora, faltan algunos detalles como un mapa y un diario. Y es que el mapa es un objeto clave para poder avanzar con tranquilidad por todas las habitaciones y salas sin miedo a perdernos al cruzar una puerta. Incluso para los jugadores con menos experiencia, un sistema de pistas para poder avanzar sin quedarse atascados en ninguna habitación. Falta apuesta por la accesibilidad.

Atrevido pero demasiado complejo

A grandes rasgos, es una aventura que por sus detallados gráficos te hará partícipe de la historia desde el minuto cero mientras te insta a avanzar cada vez para resolver el misterio de la señal que proviene del castillo. Y por el camino descubres esas misteriosas luces azules que te acompañarán todo el viaje. La tensión se nota a cada paso que damos con un juego de efectos sonoros, con los sonidos de puertas y los del eco de los golpes. Por este lado, es un juego cautivador que no te dejará soltar la pantalla. Al igual que los puzles y las pistas que aparecen, que aunque confusas y complicadas al final, te dejan con ganas de seguir avanzando.

Pese a ello, le faltan algunos detalles muy importantes en este tipo de juego, como la opción de tener alguna pista o sugerencia en momentos críticos para el usuario o un mapa que permita que nos ubiquemos en todo momento. Por no mencionar que la forma de traerlo a Switch ha sido un poco obtusa por el modo de interactuar con ella. En el modo portátil es cómodo de usar aunque le falte el uso de botones, pero en modo sobremesa es casi imposible hacer determinados movimientos con las pistas obtenidas de forma cómoda.

Aunque estos inconvenientes no entorpecen el juego ni su historia, los diversos enigmas y puzles que contiene hace que 'Los Ojos de Ara' no pierda la atención del jugador durante horas y se pierda en el interior de su castillo.