REVIEW

Análisis de 'Death Stranding' para PS4; una obra de autor

La nueva IP de Hideo Kojima llega a las tiendas y no dejará indiferente a nadie gracias a su singular propuesta.

Por Raúl Manero 21 de Noviembre 2019 | 15:30

Hablar de Hideo Kojima es hacerlo de una leyenda viva del mundo de los videojuegos. Han pasado ya unos años desde que pudimos disfrutar de 'Metal Gear Solid V: Phantom Pain', la entrega que sirvió para poner punto y final a la saga, pero finalmente ya tenemos entre nosotros el primer gran proyecto desarrollado por el estudio del creativo nipón, Kojima Productions, y con el respaldo de Sony Interactive Entertainment: 'Death Stranding'.

El pasado 8 de noviembre, 'Death Stranding' llegaba a las tiendas en exclusiva para PS4 (en verano de 2020 se estrenará en PC), y lo hacía con cierto halo de escepticismo por parte de algunos jugadores, a la vez que por una gran expectación generada por quien estaba detrás del juego. Existían muchas incógnitas alrededor del videojuego, y la realidad es que estamos ante un juego de autor que no convencerá a todo el mundo, pero, sobre todo, lo que no hará será dejar indiferente a nadie. Una vez más, Kojima nos trae una propuesta diferente, alejada de convencionalismos y fórmulas que se repiten una y otra vez hasta la saciedad.


'Death Stranding' es algo único, diferente a todo lo que hay en el mercado, y la mejor forma de adentrarse en su universo es hacerlo con la mente abierta, dejando a un lado todos los prejuicios, las dudas, deseos o incluso aquello que creemos saber del juego. De esta forma lograrás disfrutar desde el primer momento de un viaje único.

Una historia de altura

'Death Stranding' nos trasladará a un planeta Tierra devastado por un fenómeno desconocido que comparte su nombre con el juego. Esto provoca que las pocas personas supervivientes se vean relegadas a vivir aisladas en pequeñas comunidades, acechadas por unos entes espectrales conocidos como EV, unas criaturas que se encuentran a camino entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Toda la acción transcurre en los Estados Unidos, y entre los supervivientes se encuentra la mismísima presidenta del país; quién encargará a Sam Bridges (el protagonista al que da vida Norman Reedus) la misión de refundar las UCA (United CIties of America), conectando las distintas comunidades a la red quiral (un sistema de comunicación que permite compartir información y recursos).

La historia, y un grueso importante de las mecánicas del juego, pone especial énfasis en la importancia de los vínculos y la conexión entre las personas; lo importante y beneficioso que es para todos fortalecer esos vínculos, que nos permiten mejorar y evolucionar como sociedad y como seres humanos. De hecho, resulta bastante fácil empatizar con Sam, con otros personajes que iremos conociendo e, incluso, con BB. Gran parte de la culpa reside en el cuidado trabajo hecho en las cinemáticas, donde apreciamos un gran cuidado en elementos como la elección de planos o la transición de cámara; todo eso potenciado por rostros como el de Guillermo del Toro, Mads Mikkelsen o Margaret Qualley. Un trabajo digno de un gran film.

Todo el peso sobre nuestra espalda

Estamos acostumbrados a que el protagonista de un juego sea un héroe, o una heroína, un hombre o una mujer con grandes dotes de supervivencia o con una gran habilidad utilizando armas. Sin embargo, en 'Death Stranding' somos un simple repartidor y, como dice el propio Sam Bridges en un momento determinado: "Yo sólo realizo entregas". Bajo esa premisa se desarrolla y comienza nuestra aventura, limitándonos a llevar paquetes del punto A al B; a la vez que nos vamos equipando con los objetos y/o armas que creamos necesitar en cada misión.

Pero aquí no podremos cargar sin parar un inventario que nunca se llena, sino que nuestra noble repartidos podrá cargar un peso determinado, y deberemos distribuirlo de manera adecuada para que no nos suponga un problema al movernos al desequilibrarnos. Esto, sumado a la interacción del terreno, hará que tengamos que movernos con cautela y por las rutas adecuadas. Por ejemplo, al cruzar un rio la corriente nos arrastrará e irá menguando nuestra resistencia; o al descender una colina veremos cómo nuestro personaje va ganando velocidad debido a la inercia; o como el caminar por un terreno lleno de piedras no es lo mismo que el césped o la tierra.

Para paliar el impacto del terreno, tendremos a nuestra disposición la posibilidad de fabricar y utilizar herramientas como un kit de escalada o una escalera; aunque si tenemos los recursos suficientes podremos tirar a lo grande y construir puentes o carreteras. También podremos acceder a pilotar algunos vehículos, como una moto, que nos pueden ayudar a recorrer largas distancias y cargar más peso (siempre que el terreno lo permita). Aunque la "herramienta" más importante que llevaremos con nosotros será el BB.

¿Luchar o esconderse?

Nuestro pequeño amigo BB será indispensable para que podamos salir airosos de los momentos más complicados, ya que es nuestra conexión con él la que nos permite ver a los EV de cara a tratar de evitarlos, o de intentar matarlos. Pero a lo largo de la historia lo oiremos reír y disfrutar, o gritar y llorar, teniendo incluso que mecer la incubadora para relajarlo. Además, no podemos exigirles sin ton ni son, ya que después de un buen raro trabajando el estrés podrá con él. ¿La solución? Volver a nuestra sala privada y permitirle descansar un buen rato. Podemos aprovechar para asearnos, cambiar nuestro atuendo, etcétera.

En el tema de sigilo, tendremos la opción de lanzar pulsos para ver en todo momento donde se encuentran nuestros enemigos, a la vez que nos veremos obligados a mantener la respiración, y movernos con cuidado, para no hacer ruido. Posiblemente, el control de la respiración de Sam sea lo más interesante, ya que, si lo mantenemos demasiado, este realizará una respiración profunda que, en el momento inadecuado, puede suponer nuestra muerte. Lo que nos permitirá vivir una situación bastante curiosa...

Saliendo nuevamente al mundo, Sam contará con dos inventarios distintos, uno donde tendremos almacenados los ítems que nos permiten regenerar resistencia y salud, y otro en el que conviven las herramientas y las armas que llevemos encima. Tardaremos bastante tiempo en desbloquear las primeras armas, de hecho, empezaremos con unas pequeñas granadas, y posteriormente conseguiremos otras como una pistola. Esto nos permitirá dejar de huir de determinados EV. Si decidimos enfrentarnos a ellos podremos apreciar la extrema simpleza del componente shooter, donde ni la cámara, ni el apunta es el mejor.

Compartir es vivir

Desde un primer momento vemos que el título presenta una predilección especial por conectar a las personas, y es que en este mundo arrasado por Death Stranding, la única esperanza pasa por conseguir que los distintos individuos vuelven a trabajar codo a codo. Esta es una premisa que se lleva al extremo en el multijugador; una modalidad que se escapa de aquello que estamos acostumbrados a ver. En esta ocasión, los jugadores nos apoyaremos unos a otros dejando señales de ánimo; indicaciones que avisen de peligros o nos indiquen una ruta, o incluso realizando instalaciones como puentes carreteras o torres de vigilancia. Todo ello para ayudar a que la vida en la intemperie sea un poco más sencilla. Sin embargo, esto no es tan sencillo como poner un objeto y olvidarnos; debemos asegurarnos de mantenerlo en condiciones y mejorarlo con los recursos que nos soliciten para que el declive no acabe con ellos.

Al mismo tiempo, como repartidores que somos todos y cada uno de nosotros, podremos ayudarnos en momentos de apuro utilizando las taquillas que encontraremos por el mapa (o que podemos colocar nosotros mismos). Por ejemplo, podemos compartir armas, u objetos como un par de botas o una bolsa de sangre, para que si otra persona se encuentra necesitado pueda recurrir a ellos. Y lo mismo sucede con las entregas extraviadas que encontramos esparcidas por el mundo, que podemos recogerlas en estos puntos y entregarlas en nombre de nuestro compañero.

El sonido, una parte fundamental de la experiencia

Por norma general, los títulos exclusivos en consola de PS4 suelen contar con unos doblajes de un nivel sobresaliente, y 'Death Stranding' no es la excepción, al contrario. Las voces originales son las de los propios actores y actrices, mientras que el doblaje al castellano es también brillante. Por ejemplo, los fans de 'The Walking Dead' verán como Norman Reedus (Sam Bridges) tiene la misma voz que en la serie. A esto debemos sumarle la importancia de todos los efectos de sonido que nos alertarán de peligros, nos permitirán conocer el estado de ánimo de BB y mucho más. Pero lo que acaba marcando los grandes momentos es la banda sonora, ya que la música actúa como hilo conductor para trasmitirnos todo tipo de sensaciones, por ejemplo, alegría y energía cuando descendemos colina abajo con nuestro destino final delante de nosotros.

Además, particularmente, me encanta acudir con Sam a su sala privada, reproducir algunas pistas musicales suaves y leer todos los emails o entrevistas que vamos desbloqueando a la vez que vamos completando los encargos que nos solicitan. Una acción que recomiendo encarecidamente hacer, ya que permite descubrir detalles muy interesantes de personajes secundarios que tienen cierto impacto en la historia principal.

<4>Rozando la excelencia técnica

Ver 'Death Stranding' en movimiento en una PS4 Pro y en un televisor 4K es una auténtica delicia para la vista, funcionando a 30 fps y 2160p. El juego ofrece unas panorámicas realmente espectaculares, sobre todo cuando exploramos zonas montañosas. Un cuidado y un mimo que se traslada al modelado de los personajes y sus animaciones. El rendimiento del juego es tremendamente estable, no he tenido ningún problema de framerate, los tiempos de carga son bastante breves y cuenta con una gran distancia de dibujado. Además, la tecnología de iluminación HDR le da un plus de calidad al juego que nos dejará boquiabiertos en más de una ocasión.

Conclusiones

En definitiva, como comentábamos al principio de este texto, 'Death Stranding' no será un título aclamado por todo el mundo, pero se trata de una propuesta única, uno de esos juegos que marcan un punto de inflexión en el sector y que añaden un valor extra al catálogo de PS4. La última obra de Kojima cuenta con una historia que consigue atrapar al jugador desde los primeros compases; unos personajes trabajados con los que es fácil empatizar, un mundo precioso y espectacular pro el que merece la pena perderse deambulando sin rumbo; una banda sonora de escándalo y una propuesta jugable desacomplejada y desafiante.

Más allá de lo expuesto anteriormente, también hay algunos aspectos que de mejorarse podrían haberle dado ese plus final a 'Death Stranding'. Hablamos de aspectos como presentarnos un mundo más vivo/dinámico, por ejemplo, con la presencia de fauna salvaje. También sería interesante contar con más actividades por hacer, las cuales irían vinculadas especialmente a los encargos estándar (que no dejan de ser entregas que no aportan gran cosa). Del mismo modo, tanto el sistema de sigilo como el de combate resultan especialmente simples; el primero porque son muchas las ocasiones en las que tienes la sensación de que te oyen/ven porque el juego ha decidido que sea así, mientras que en el combate el manejo de armas e ítems no deja de ser algo muy elemental. Pese a todo, no dudo ni un segundo en afirmar que estamos ante uno de los grandes videojuegos del 2019.