OLIVER Y BENJI

Análisis de Captain Tsubasa: Rise of New Champions para PS4; ¿Campeones?

Una de las series de animación más importante de los 90 regresa con un videojuego apto sólo para fans. ¿Tienes lo necesario para convertirte en el nuevo ídolo del fútbol nipón?

Por Raúl Manero 9 de Septiembre 2020 | 10:30

Los aficionados al fútbol y a los videojuegos tienen este año en las tiendas una nueva propuesta que, lejos de intentar competir con 'FIFA' y 'https://www.zonared.com/juegos/sagas/pro-evolution-soccer/', se inspira en uno de los animes más populares de la década de los 90 y que formó parte de la infancia de muchísimos jugadores: 'Campeones: Oliver y Benji'. Hablamos de 'Captain Tsubasa: Rise of New Champions', un título desarrollado por Tamsoft y distribuido por Bandai Namco que nos ofrece toda la emoción de la serie de animación mediante una propuesta arcade donde los tiros espectaculares, las paradas inverosímiles, los driblings acrobáticos y las entradas más arriesgadas marcaran el desenlace de los encuentros.

La realidad es que desde el anuncio del lanzamiento de 'Captain Tsubasa: Rise of New Champions' para PlayStation 4, Nintendo Switch y PC se generó una gran expectación. En primer lugar porque estamos hablando de una licencia que marcó un antes y un después en muchos países, siendo el nuestro uno de ellos, y en segundo porque no hay otro título en el mercado que ofrezca una propuesta similar o parecida a este título. Esta situación nos lleva a preguntarnos: ¿Es 'Captain Tsubasa: Rise of New Champions' el juego que todos los fans anhelaban? ¿O estamos ante un título que se ha visto sobrepasado por las expectativas generadas a su alrededor? A lo largo de este texto arrojaremos luz sobre ambas cuestiones.

Persiguiendo el sueño de ser futbolista profesional

El principal modo de juego es El Viaje, donde podremos optar por vivir el último año de Tsubasa en Japón tratando de conseguir su tercer título consecutivo con el Nankatsu en el Episodio: Tsubasa, o crear nuestra propia historia con el Episodio: ¡El nuevo héroe! En ambos casos el formato es muy parecido, intercalando alguna brevísima secuencia de vídeo con múltiples diálogos (en ocasiones esto se hace realmente farragoso, sobre todo en la trama de nuestro homónimo virtual). Si optamos por esa segunda ruta, que es la que nos llevará al campeonato del mundo juvenil, deberemos elegir entre uno de los tres mejores equipos de Japón: el Furano, el Toho y el Musashi. Independientemente de nuestra elección, se trata de un camino lleno de obstáculos, donde deberemos dar lo mejor de nosotros mismos para progresar y ayudar a nuestros compañeros a alzarse con el título.

Uno de los aspectos más interesantes del Episodio: ¡El nuevo héroe! es la progresión y la personalización de nuestro avatar, ya que podemos conseguir que sea un jugador único tanto en su aspecto físico como en su conocimiento futbolístico. La progresión la marca nuestra actuación sobre el césped, a nivel individual y colectivo, cuanto mejor sea nuestro rendimiento más puntos obtendremos y más rápidamente podremos mejorar nuestras estadísticas de tiro, ataque, defensa, velocidad y técnica. El equipo inicial que escojamos marcara que objetivos colectivos debemos conseguir; por ejemplo con el Toho se centraran en los goles anotados, mientras que con el Furano dependerá de nuestra actuación coral.

La personalización sin embargo se divide en dos grupos diferentes. Por un lado tenemos el editor que nos permite modificar aspectos como el peinado o los ojos, que también puede acabar de adornarse con unos objetos que podemos comprar en el menú principal. Pero la verdadera personalización es la que influye en nuestro rol de futbolista. Antes de cada partido podremos elegir entre un conjunto de seguidores con los que podemos ir entablando amistad (compañeros y rivales) y esto nos permitirá aprender nuevas técnicas y habilidades. A medida que mejoramos nuestra relación con ellos, jugadores como Hyuga nos enseñará su súper tiro del tigre o Alberto de Brasil nos enseñará su tiro sagrado; todo ello a través de conversaciones que se desbloquean y nos permiten mantener con ellos determinadas conversaciones. Por su parte, las habilidades son elementos son potenciadores (individuales y/o colectivos) que mejoran aspectos como nuestro ataque o potencia, nos permiten causar más fatiga en los adversarios, etcétera.

Precisamente, estos eventos de conexión con otros jugadores pueden condicionar el destino final de nuestro avatar, que podrá enfrentarse en el partido decisivo de su carrera a selecciones como Brasil, Alemania o Estados Unidos. Incluso su futuro, que puede ir ligado a la carrera de Tsubasa o pasar por convertirse en profesional en alguno de los otros países participantes en el torneo. Son pequeñas modificaciones, como la inicial de escoger instituto, pero que aporta un matiz de variedad e invita a rejugar este modo. Además, en opciones tenemos la posibilidad de saltarnos automáticamente aquellas escenas que ya hemos visto, únicamente veremos aquellas líneas argumentales nuevas y las conversaciones donde debamos contestar al interlocutor.

La serie cobra vida

Las primeras horas a los mandos son un auténtico sueño hecho realidad para cualquier persona que haya crecido con las aventuras de esta generación de jóvenes futbolistas japoneses, capitaneados por Tsubasa Ozora. En la actualidad, los juegos basados en franquicias de anime y/o manga actualmente han alcanzado un nivel que por lo general recrean a la perfección los personajes y sus principales escenarios, 'Captain Tsubasa: Rise of New Champions' no es la excepción y nuestro avatar cobrará vida junto a Tsubasa, Hyuga, Misaki, Matsuyama, Wakabayashi, Misugi, Ishizaki, etc. No sólo los reconoceremos por sus rasgos físicos y faciales que están representados con todo lujo de detalle, sino que también los veremos recrear sobre el terreno de juego algunas de las jugadas más destacadas que realizaron en su carrera.

Este tipo de movimientos son los tiros especiales, los súper tiros, las súper paradas y los bloqueos. Por ejemplo, en la portería veremos cómo Wakashimazu hace gala de sus habilidades como karateka para detener un disparo presumiblemente inatajable; en defensa Ishizaki es capaz de detener un balón a bocajarro con la cara; centrocampistas como Tsubasa hará gala de su tiro con efecto y, finalmente, Hyuga liberará todo el poder de su tiro y del súper tiro del tigre. Después, hay otras habilidades combinadas como la catapulta infernal de los gemelos Tachibana o el tiro mellizo que realizan simultáneamente Misaki y Tsubasa. El único pero que podemos ponerle es que con el paso de los partidos la constante repetición de estos movimientos hace que pierda su ese matiz de espectacularidad, haciendo que se eche en falta que los jugadores cuenten con una mayor variedad de animaciones.

Las grandes figuras del resto de combinados nacionales también cuentan con sus principales movimientos. Por citar un par de casos, tenemos el tiro de fuego de Schneider, el crack de Alemania y principal figura internacional, o el tiro sagrado de Alberto, capitán de Brasil.

Lamentablemente, todo lo demás que ocurre sobre el césped no está al mismo nivel de excelencia. Para empezar, el comportamiento de la IA, tanto aliada como adversaria, es cuanto menos cuestionable. En muchos momentos no le prestan atención al balón, como cuando hay una pelota dividida, también se desordenan con facilidad provocando desajustes importantes en la defensa. Pero lo peor, con mucha diferencia, es la imprecisión y la brusquedad del sistema de pases, que hace muy complicado mover el balón con sentido y fluidez. Además, también es muy llamativo ver como los porteros reaccionan de una forma totalmente ortopédica ante remates o situaciones normales de un partido, más aún cuando lo comparas con sus reacciones acrobáticas a los súper tiros.

Dentro del gameplay, hay dos elementos clave que creo que son un fantástico acierto y que funciona muy bien: la barra de energía de los jugadores y la del equipo. La de los jugadores es clave para poder regatear adversarios, realizar los movimientos especiales de cada jugador (ya sean disparos a puerta o movimientos asociativos) y lo más importante, para conseguir marcar un gol. Para este objetivo, necesitaremos hacer añicos la energía del portero rival poniendo a prueba sus reflejos con múltiples disparos.

Por su parte, la energía global del equipo la iremos acumulando al realizar driblings exitosos, tiros, anotar goles, etc. Dicho de otra manera, va ligado a jugar bien, y nos permiten consumirla en forma de súper parada, cuando veamos que nos van a marcar, o activando la Zona V, un estado especial durante el que en un tiempo nuestros jugadores perderán menos energía al recibir entradas y la recuperarán más corto. También se deshabilita cuando llegamos al descanso o cuando alguien anota un tanto.

En líneas generales, me ha quedado la sensación de que bajo la etiqueta de juego arcade, que lo es, lo que nos hemos encontrado es un fútbol extremadamente simple en sus mecánicas, propio de generaciones anteriores. Esto queda perfectamente reflejado en las tandas de penaltis, donde únicamente tenemos ocho direcciones a las que golpear el balón, que siempre va a puerta. Se trata de una situación que sobre todo notarán muy claramente aquellos fans que acostumbren a jugar otros títulos de fútbol cada temporada.

Entrenando para ser el mejor

En el camino para alzarse con la copa del mundo juvenil, tenemos distintos modos que nos servirán para poner a prueba nuestras habilidades en el terreno de juego. Tenemos la posibilidad de realizar partidos rápidos o jugar torneos con cualquiera de los equipos del juego (aunque algunos se van desbloqueando al cumplir determinadas condiciones) contra la CPU, o apostar por el juego en línea, tanto partidas ranqueadas como amistosos con amigos. La realidad es que la dificultad de la CPU, incluso en el nivel máximo, no es muy elevada sobre todo cuando llevas unos cuantos partidos a la espalda.

En el online se viven y disfrutan partidos mucho más igualados, donde parece que premia más la habilidad y la aleatoriedad no está tan presente. Además, allí podemos sacar a relucir todo el potencial de nuestro Dream Team personal; el equipo que formaremos con nuestros jugadores preferidos tanto de japón como de las demás selecciones. Hay más de cuarenta jugadores, que podremos desbloquear al adquirir unos sobres de cartas con unos puntos que obtenemos al completar desafíos en el juego.

Una victoria por la mínima

A nivel global, el apartado técnico de 'Captain Tsubasa: Rise of New Champions' es el de un juego correcto con el que los fans disfrutarán, pero que podría haber dado mucho más de sí. El juego nos llega con textos en castellano, pero con los nombres originales en japonés de los personajes, algo que puede descolocar a más de uno y, aunque las voces en japonés son fantásticas, es una pena no poder haber contado con el doblaje utilizado en nuestro país. De todos modos, esto no deja de ser una cuestión de gustos que dependerá de cada uno, donde sí debemos poner el foco es en distintos fallos que pueden ser un incordio a la hora de jugar.

Voy a comentar alguna de las situaciones que he vivido jugando estos días. En momentos puntuales previo a los partidos, y después de algunos tiros especiales, la imagen se difumina y se ve borrosa durante unos segundos; en la historia de mi avatar me han desaparecido los cuadros de dialogo (incluso en las conversaciones interactivas), he visto jugadores levitando por el campo y también se me ha colgado el juego en distintas tandas de penaltis. Todos estos errores, cuando se prolongaban, se han solucionado volviendo a iniciar el juego. Ninguno de estos es un fallo tremendamente grave, ni ha tenido un impacto importante en mi partida, pero sí resultan molestos.

Conclusiones

Ciñéndonos a las preguntas que planteábamos al inicio del artículo; 'Captain Tsubasa: Rise of New Champions' es un juego que recrea fielmente algunos de los momentos más importantes de la serie de animación y, simultáneamente, plantea una nueva historia que cuenta con todos los elementos destacados de la licencia. Sin embargo, aunque los fans podrán disfrutar de unos partidos únicos e inigualables, lo cierto es que el videojuego no acaba de ser el título con el que los fans soñaban. Cuando se diluye la emoción y la ilusión de los primeros encuentros defendiendo la camiseta del Nankatsu (o del combinado nipón) junto a Tsubasa, afloran todas las carencias que atesora la propuesta de Tamsoft.

La realidad es que el ruido y las expectativas que se generaron en torno al nuevo'Captain Tsubasa' no están a la altura del resultado final del juego. Es cierto que los fans acérrimos encontraran multitud de detalles que les evocaran recuerdos de la serie, pero la realidad es que el gameplay está lleno de imprecisiones y a nivel de contenido la poca variedad de modos de juego hace que los partidos sean especialmente repetitivos, sobre todo aquellos que jugamos contra la CPU (incluso en el nivel más elevado de dificultad). El gran aliciente pasa por el multijugador en línea, donde nos brindan la posibilidad de jugar con nuestro propio Dream Team de la serie.