REVIEW

Análisis 'Brawl', el 'Bomberman' de PS4

Bloober Team lanza 'Brawl' en PlayStation 4. Enfrentamientos cara a cara a base de explosiones.

Por Xose Llosa 7 de Mayo 2015 | 22:36

Stephen King lo tenía muy claro cuando escribió "It", los payasos son bastante más efectivos como elementos terroríficos que como entretenimiento de infantes. 'American Horror Story' encontró en su cuarta temporada la escena del freak show el lugar en el que desatar los terrores más profundos de los americanos. De hecho, no sólo los payasos, el mundo circense en general siempre esconde tras las hileras de niños entrando a la carpa de la función un punto oscuro, inquietante. Pensad además en el circo de carpa, el clásico, los años pasan por él pero por él no pasa por los años. Es la magia del circo, entregar el ticket de entrada es hacer un viaje en el tiempo de cuarenta o cincuenta años. Exactamente esa es la puesta en escena de 'Brawl', el indie de Bloober Team para PlayStation 4. Del freak show terrorífico a nuestra videoconsola.

Lo que nos propone 'Brawl' es un juego de enfrentamientos cara a cara protagonizado por personajes salidos de las pesadillas: el payaso triste, la niña diabólica,un muñeco de titiritero... todo envuelto en una ambientación oscura y aderezado con la música de nana desafinada imprescindible en cualquier cuento de terror. Una puesta en escena particularmente cuidada para un arcade. Lo que pretende 'Brawl' es dar una versión modernizada del clásico 'Bomberman', por lo que sería igual de importante para su jugabilidad que se ambiente en este contexto terrorífico a que lo hiciese el planeta marte con los Teletubbies desatados. Sin embargo, en la palabra videojuego tenemos bien presente la parte de "video", por lo que un contexto visual atrayente siempre es una buena vaselina para entrar en cualquier propuesta que de otra manera caería en la esquina de cualquier biblioteca.

Puesta en escena

He sido malintencionado, si hubiese directamente comenzado a escribir acerca de cómo es 'Brawl' probablemente habríais cerrado esta pestaña de vuestro navegador. De igual forma que si la puesta en escena de la obra de Bloober Team hubiese sido otra, muy probablemente no me hubiese detenido sobre ella ni un sólo minuto de mi vida ya que la premisa jugable está en las antípodas de lo interesante.

Revuelto en varios modos de juego que van desde la historia a la horda pasando por el multiplayer, al final 'Brawl' basa todas sus bazas en la misma mecánica. El funcionamiento es sencillo, cada nivel nos enfrenta con un laberinto ajedrezado -como el de 'Bomberman'-; nuestro personaje tiene la misión de poner explosivos -como 'Bomberman'-, para lograr matar a otros personajes, que puede IA o bien personillas con sentimientos que se presten a enfrentarse ante nosotros. Al final -como 'Bomberman', el juego se basa en la estrategia de colocar el explosivo en la posición adecuada y con la previsión suficiente para que explote justo cuando nuestro enemigo pase por su alcance.

Este componente básico se combina con la presencia de power-ups que vamos recogiendo durante el transcurso del enfrentamiento. Además, y aquí viene una novedad interesante, cada personaje -en total hay ocho- tiene una habilidad secundaria. Por ejemplo, el payaso triste dispone de la capacidad de "estornudar", lo que permite empujar una bomba antes de que explote contra un enemigo; la Titiritera con su grito de dolor puede congelar unos segundos muy valiosos a nuestro oponente...

La fórmula clásica

Lo que propone 'Brawl' en su raíz es tomar fórmulas muy clásicas, en este caso la de 'Bomberman', y retorcerlas intentando descubrir hasta dónde dan de sí. En Bloober Team han cuidado con mimo todas las variables presentes en su juego, pero cabría preguntarse si realmente es interesante una arena en la que nos enfrentemos al enemigo colocando explosivos. Seguramente no. Al final el ritmo de los enfrentamientos es lento, y aunque es innegable que jugando a dobles con alguien sentado a nuestro lado podemos pasar un buen rato, no se presta a largas sesiones de juego, ni mucho menos a jugar online.

Ofrece un abanico muy amplio de modos de juego. Desde modos campaña para cada uno de los personajes, hasta multijugador todos contra todos, o duelo por equipos, en local o en línea; pasando por partidas de hordas para aguantar oleadas. Sin embargo, todos los modos se sujetan en la misma fórmula alternando entre bots y humanos.

Al final nos encontramos ante un experimento sorprendente con un bonito envoltorio. Intentan traer fórmulas clásicas a nuestros días, y en el salto quizá el círculo no se acabe de cerrar. A nivel jugable sus enfrentamientos tienen un problema de ritmo. Si bien para jugar solo no es una apuesta recomendable, es uno de esos títulos que jugando contra alguien con quien compartes sofá ganan enteros.