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Crítica 'La Cura del Bienestar': terror, locura y decepción

CINE

Crítica 'La Cura del Bienestar': terror, locura y decepción

Por Maribel Baena

El 31 de Marzo 2017 | 16:56

Terror, locura y un final decepcionante: la crítica de 'La Cura del Bienestar'.

Gore Verbinski llevaba demasiados años dedicándose casi por completo a los blockbusters, es decir, a las películas de mucho éxito. Entre su quehacer más reciente se encuentran películas como 'Piratas del Caribe', 'The Ring' y 'El Llanero Solitario', además de 'Rango', con la que ganó un Óscar. Quizás es por eso que ha decidido darle una oportunidad a otro tipo de cine, uno mucho más alejado del público masivo, uno que busque en las películas algo más que acción por acción, o terror básico. Un público que se sienta atraído con películas como 'La Cura del Bienestar'. Pero a la par que ha perdido interés por ese público masivo, parece haber perdido interés también por la lógica narrativa, la cordura cinematográfica y las historias bien explicadas.

'A Cure for Wellness', 'La Cura del Bienestar' en España o 'La Cura Siniestra' en Hispanoamérica se estrenó en España el pasado 24 de marzo; en Estados Unidos se estrenó el 17 de febrero y, desde entonces, ha logrado recaudar más de once millones de dólares. No es una película como las que Verbinski había dirigido antes: no ha recibido la misma expectación, la prensa no la ha tratado de la misma forma. Y es que no estamos hablando de una súper producción de Hollywood, sino de una película de cuarenta millones de dólares.

Un terror muy alternativo

La sinopsis, ese pequeño fragmento del que todos partimos para decidir si queremos ver o no la película, nos cuenta que un joven ejecutivo, Lockhart (Dane DeHaan), es enviado a una especie de spa en los Alpes suizos. Tiene una misión clara: conseguir que el Director Ejecutivo de su compañía vuelva con él. La empresa está teniendo graves problemas a la hora de mantenerse estable, y la única solución es que su jefe regrese y tome el mando del asunto.

Pero una vez que llega al balneario se da cuenta de que algo está pasando. La milagrosa cura de la que todo el mundo habla a él no le parece tan curativa; algo extraño está sucediendo, y él se propone averiguarlo. Porque aunque en un primer momento lo único que tenía que hacer era volver con su jefe a Nueva York, todo se complica con un accidente de coche de por medio y su propio ingreso en el balneario.

Un terror muy alternativo

Si estáis pensando en ir a ver 'La Cura del Bienestar', lo primero que debéis saber es que no es una película de terror tradicional. Sí, incorpora algún que otro sobresalto, pero para nada es como 'The Ring', por ejemplo. Es un terror mucho más psicológico, donde se juega mucho con el desconcierto; incluso vosotros dudaréis, os llegaréis a plantear si Lockhart se ha vuelto realmente loco, si en el balneario están llevando a cabo las prácticas más grotescas de la historia del cine, o si sois vosotros mismos los que os habéis perdido detalles y no habéis entendido la película. Tranquilos: es un sentimiento generalizado. La claridad narrativa no es el punto fuerte de Verbinski en este film.

Lockhart comienza a preguntarse sobre lo que sucede en este balneario cuando comprueba que todos los pacientes parecen estar en paz consigo mismos, sin plantearse por qué suceden algunas cosas tan extrañas. ¿Por qué no regresan a sus hogares? ¿Por qué se quedan allí viviendo? ¿Qué es lo que sucede? ¿Están coaccionados? Lo cierto es que no lo parecen.

Ese aire de locura, de paranoia, trae algunos recuerdos a 'Shutter Island'. Y lo cierto es que incluso el propio Lockhart se da un aire a Leonardo DiCaprio, aunque con variaciones bastante importantes; la actuación de DeHaan es, igualmente, impecable. Pero la constante duda sobre si será Lockhart el loco, o si su entorno estará corrupto, es lo que mantiene al espectador en vilo durante gran parte de la película.

Los detalles técnicos son lo mejor de 'La Cura de Bienestar'. La banda sonora merece ser escuchada, se vea o no la película, y la fotografía está tan elaborada que, en algunos momentos, llega a recordar al trabajo de Stanley Kubrick. Especialmente memorable el plano en el que se ve a algunos ancianos practicando deporte en la piscina, y la simetría se aúna con la combinación de tonalidades para crear una imagen prácticamente perfecta.

Una escena muy trabajada

Quizás es esta fotografía lo que salva la película al final. Hay escenas que da hasta cierta pena que terminen, gracias a lo bien que están grabadas; eso es algo difícil de encontrar en una película de terror. Aquí deberíamos puntualizar algo: aunque esté considerada película de terror, lo cierto es que es más inquietante que terrorífica. Hay momentos en los que preferiréis cerrar los ojos, desde luego, pero no es una película de sobresaltos. Y eso es un punto más que positivo. Ya hay muchas películas que juegan con los sonidos y los sobresaltos para provocar terror y, en ese sentido, 'La Cura del Bienestar' es algo diferente.

El paisaje, la ambientación, también son detalles muy a tener en cuenta en esta película. Porque aunque a nivel narrativo no llegue a ser gran cosa, aunque se quede por el camino de conseguir ser una película de alta calidad, hay paisajes tan impresionantes que deberían ser observados atentamente durante mucho tiempo. Todo esto, combinado con la calidad fotográfica que ya hemos mencionado anteriormente, hacen que sea todo un espectáculo visual.

El mayor problema: la inexactitud de la trama

A nivel técnico, pues, la película es una gozada. No obstante, la trama es otro cantar. No es que no sea interesante: lo es. Pero no se explica lo suficiente. Es como estar leyendo un libro en el que faltan fragmentos, como si nos hubieran robado momentos de la película y no termináramos de entender por qué.

Sin caer en ningún tipo de spoiler, podemos dar solo unas pinceladas sobre lo que se va descubriendo. En el balneario suceden cosas extrañas; la gente no termina nunca de encontrar la cura a esa supuesta enfermedad que tienen, una enfermedad que no se termina de detallar en ningún momento. Además, algunos tratamientos tienen extraños resultados; y pese a que los médicos señalan que todo eso no son más que alucinaciones, producto de la eliminación de las toxinas del cuerpo, lo cierto es que son alucinaciones bastante palpables.

Imágenes muy cuidadas

Lockhart se da cuenta desde el primer momento, pero el médico aprovecha sus traumas infantiles para hacerle ver que él también está enfermo, y que también necesita una cura. Hay constantes flashbacks a una parte de su infancia que, sin duda, tuvo que ser muy dura para el personaje; eso, entremezclado con el ambiente paranoico del que ya hemos hablado, hacen que la película tenga una trama bastante prometedora en un primer momento. El problema es que la trama no termina de romper y, cuando finalmente lo hace, la sensación es bastante decepcionante.

'La Cura del Bienestar' avanza despacio, dando detalles innecesarios y saltándose otros que serían mucho más interesantes. Es incómoda en algunos momentos, llegando a hablar de incesto, de experimentos que más bien pudieran ser métodos de tortura; tiene todos los ingredientes para acabar siendo una película muy buena. Pero no llega a coger ritmo en ningún momento, hasta el final, donde todo sucede de una forma tan exageradamente precipitada que se quedan mil dudas en el aire. No hay una explicación convincente, no se explican bien los motivos del "villano" para hacer lo que estaba haciendo, nada.

¿Merece la pena la película? La respuesta a esa pregunta depende de muchos factores. Personalmente, la vería otra vez ahora que conozco el final, pero solo para ver si está bien encauzada desde el principio. No la recomendaría fervientemente, pero tampoco le diría a nadie que no la viera por nada del mundo. Un aprobado raspado ahora, tras un reposo después de haberla visto; en el momento, no hubiera pasado de un suspenso alto.

Lo mejor:

- Fotografía

- Banda Sonora

Lo peor:

- Falta de argumentación narrativa

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